Etiquetas condicionales en MailChimp: Qué y Cómo

por | 19 Nov 2014 | Growth Marketing Online | 8 Comentarios

En este artículo te cuento qué son y cómo usar las etiquetas condicionales de MailChimp para mostrar información adecuada a cada suscriptor.

¡Hola! ¿Cómo vas? ¿Bien? ¡Espero que si! Aunque, últimamente … no me cuentas na! ¿Qué te pasa? ¿“Tas mosqui conmigo”? Por favor no!

Que sepas que estoy dándole muchas vueltas al tema de los comentarios y pienso publicar una reflexión acerca de ello. Quizás sea para mi próximo post o el siguiente, o el siguiente, porque tengo pendiente lo de la felicitación de navidad y otro post que estoy seguro que te va a encantar…

Pero bueno, eso y lo mal que me cae Luis de Gran Hermano lo dejamos para otra ocasión porque hoy vamos a hablar, que ya sabes que me encanta hablar contigo, muy por encima, de las etiquetas condicionales de MailChimp.

¿Comenzamos?

Dirigirme a ti y sólo a ti. Y punto.

¿Me dejas hacerte una confesión? ¿Sí? Pues primero, por favor, relee todo el bloque de introducción, a ver si te das cuenta de una cosita. Seguro que sí porque yo me he dado cuenta de que siempre te mantienes “ojo avizor” y no se te escapa una. ¿Verdad? ¡Que si que lo se yo!

Bien. Aquí tienes mi confesión: odio el los/las, os/as, ros/ras (y también el ras/ras, aunque no siempre). ¿Sabes a lo que me refiero?

Me refiero a que odio con todas mis fuerzas cuando escribes un texto, que quieres que suene más bien a una conversación de tú a tú, directa y cercana, y colocas un, por ponerte un ejemplo, “espero que quedes satisfecho/a con mi artículo”. Noooooo. Ya está, cagadiña-piña, se rompe la conexión. “Asqueronsing barrachicos-barrachicas osing (pa que rime)”.

Siempre lo he odiado. Para mí, [piopialo]cuando escribes, simplemente construyes un escenario[/piopialo]. Sin embargo, cada vez que se produce una lectura, cada vez que una persona comienza a leer tu texto, comienza una conversación entre esa persona y tú. Esta conversación se da en el interior de su cabeza y es íntima, es una conexión directa.

Al menos así me gusta verlo a mí. Pero esta magia, este escenario de conversación íntima, se rompe cuando aparece el cagoentoqueoportuno os/as y devuelve a la cruda realidad al lector. Le dice “eh! Empanadis!, ¿no te das cuenta de que estaba escribiendo para un montón de gente?”.

Mal, muy mal. Como diría Paula, de Gran Hermano, “Nooooo me guuuuuustaaaaa Súper!”.

[piopialo vcboxed=»1″]Descubriendo cómo escribir textos que conversan directamente contigo.[/piopialo]

Algunos Tips para escribir para ti

Jejejeje. ¿Te has dado cuenta? “Tips para escribir para ti”. Ji ji ji. ¿Suena bien no?

Si nunca habías reparado en esto y si al leerme has pensado que tenía razón, entonces déjame decirte una costa: “lo siento de veras”.

Lo siento muchísimo porque a partir de ahora ya no te gustará usar los puñete-genéricos éstos y, créeme, no es nada fácil escribir un texto sin ellos. Te salen hasta en la sopa, de verdad. Te lo digo yo que llevo muchos posts escritos y siempre he tratado de evitarlos utilizando toda clase de artimañas.

Así que he pensado que seguro que te interesará conocer algunos “truquillos” (ya, a mi tampoco me gusta esa palabra cuando te refieres a conectar con alguien) a los que recurro a menudo:

  • Intenta evitar palabras directamente relacionadas con el sexo. Éste aún sigue siendo un problema en nuestra sociedad … jajajajaja. No, me refiero a que, por ejemplo, evites palabras como “satisfecho” y lo cambies por un sinónimo asexual como puede ser “a gusto”, que sirve tanto para chicas como para chicos. ¿Pillas?
  • Cuando lo anterior no sea posible, intenta hablar en plan “spanglish”. Por ejemplo, aunque suene algo pedante, en vez de decir “seguro que estarás contento/a”, suelo decir “seguro que estarás tope-happy”, o alguna de sus variantes. Esto sirve tanto para chica como para chico.
  • Cuando lo anterior no es posible, invéntate una palabra graciosa que se entienda. Por ejemplo, un poquito más arriba en este post, he utilizado “empanadis”. No podía decir “empanao” ni “empana” para referirme a adormilado así que, con mi descaro habitual, pues me invento la palabra.

A lo mejor te suenan demasiado “triviales” o poco específicas así que he pensado proponerte un ejercicio: Cuando termines este post, relee al azar 10 más de mi blog observando cómo he intentado solventar esto. (ji ji ji, y así mi duración media de la visita, profundidad de visita, etc. Se dispararán y Google dirá “acho que bueno es el Vic este! … jajajajajajaja).

¡Pero que sepas que es sólo una sugerencia y creo que te ayudará a comprenderlo!

[piopialo vcboxed=»1″]Descubriendo las etiquetas condicionales de MailChimp[/piopialo]

Las etiquetas condicionales en MailChimp

¡Ostrás! ¿Por qué no me has avisado? ¿Estabas tan “ahí ensimismiqui” con la lectura que no te habías dado cuenta de que llevamos 750 palabras y todavía no he hablado de MailChimp? Cachimp… se en la mar.

Vale. Pues resulta que aunque nos convirtamos en especialistas en este arte, llegará el momento en que el tipo de comunicación o la circunstancia real nos impida salvar la situación como te he contado antes.

Aunque yo haya puesto el ejemplo de los “os/as”, también hay otras situaciones en las que el efecto es tan nocivo.

Por ejemplo, cada vez que recibo un mail de una lista en la que no especifiqué mi nombre y comienza así: “Querido/a ,”. ¿Querido/a coma? ¡Pero si son las 5 de la tarde! ¡En todo caso “Querido/a meriende”! ¿No? ¡Y, por favor, cierra la boca!

O, por ponerte otro ejemplo, cuando la naturaleza de la comunicación no permite éstas licencias que yo me tomo al escribir en mi blog, como puede ser un correo electrónico más formal. (Este párrafo me ha salido muy serio).

Pues, si ésta es la circunstancia y aun así queremos hacer un texto directo y cercano, para eso podemos usar las etiquetas condicionales de MailChimp.

Básicamente consiste en poner condiciones dentro del texto de los emails para mostrar una palabra (o bloque) u otra en función de cómo se resuelva la condición.

Un ejemplo entendible: “Si es chico, que aparezca Estimado Cliente y si no que aparezca Estimada clienta” (es para hacerlo más ilustrativo). Jejeje.

En ese caso, crearemos textos mucho más directos y cercanos porque no utilizarán la “impersonalización” que yo utilizo en mis posts sino que, según haya especificado un valor u otro la persona que se registra, se le mostrará el texto adecuado.

Su utilización se basa en la conocida lógica IF-THEN-ELSE y, como podemos ver en este artículo de la ayuda de MailChimp, es realmente sencilla.

Fíjate en este ejemplo real:

*|IF:SEXO = Chico|*
Estimado lector
*|ELSE:||*
Estimada lectora
*|END:IF|*

En este caso, cada usuario verá una línea de introducción u otra, en función del valor que especificó en el campo “Sexo” al registrarse.

Algunos ejemplos de utilización de las etiquetas condicionales

En el mismo artículo que te he mencionado antes muestran una serie de ejemplos adicionales para los que te podrán servir las etiquetas condicionales de MailChimp:

  • Presentar contenido único para cada suscriptor.
  • Mostrar bloques y contenidos exclusivos para cada provincia o zona geográfica.
  • Mostrar información en función de la edad.
  • Ofrecer distintos cupones de descuento según el engagement del suscriptor.
  • Mostrar un recordatorio de que debe rellenar algunos datos, si no lo ha hecho ya.
  • Utilizar los grupos (¿Recuerdas mi post sobre Segmentación y Grupos en MailChimp?) para mostrar una información u otra según convenga.

Bueno, y un montón de cositas que seguramente ya se te estarán ocurriendo. ¿Verdad?

Finalizando …

¡Llegamos al final! ¿Cómo estás? ¿Te duermes?

Espero que no se te haya hecho largo este post en el que, además de descubrirte las etiquetas condicionales de MailChimp, te he contado cómo procuro que mis textos sean directos y cercanos y evitar la sensación de estar escribiendo para muchos.

Así que … ¿Qué me dices? ¿Te ha gustado? ¿Te ha parecido largo? ¿Estas de acuerdo con mi forma de evitar el sexo? ¿Qué cosas se te ocurren que puedes hacer con las Etiquetas condicionales de MailChimp? ¡Cuenta cuenta!

Rate this post

8 Comentarios

  1. #Jerby

    Has planteado dos cuestiones muy interesantes:

    ▷ La creación de un escenario en el artículo.
    ▷ La cuestión del género (que no sexo) en dicho escenario

    Sobre lo primero, Carlos Girón tiene artículos muy interesantes sobre ello.

    Sobre la cuestión del género, puedes preguntar a #Bolboreta cómo lo resuelve.

    Sobre las cuestiones técnicas, sabes que no son mi fuerte…

    Responder
    • Victor Campuzano Gallego

      Jajajaja, que bueno #Jerby. Me parto cada vez que me acuerdo. Alguien podría ir diciendo por ahí que «Víctor arregla con sexo las cuestiones de género». Jajajajajaja.

      Para no ser tu fuerte, os habéis currado una mudanza de lo más exitosa…

      Responder
  2. Edu Celorio

    Espectacular el post. Tanto por las bromas, como por la explicación de lo mal que queda intentar ir de cercano y poner el o/a, o pero aún, la @!!!!

    Yo si no voy a poner etiquetas condicionales prefiero directamente omitir dirigirme a alguien.

    Saludos!

    Responder
  3. #Bolboreta

    ¡Queridísimo Víctor! Consigues que mis alas dejen un rastro de estrellitas tras su vuelo…

    Como dice el ratón, es una cuestión de género, no de sexo. Una cuestión difícil de resolver y para la que has encontrado una magnífica solución. Tengo una gran aversión por esos dobletes, tan antinaturales… No siempre se puede resolver como tú propones, claro, porque hay contextos en los que no puedes invertar palabras, pero siempre se pueden encontrar giros.

    Algunas veces, cuando creo que voy a forzar demasiado la expresión, advierto al principio del texto que voy a usar un solo género, en el que incluyo los dos. Nuestra lengua no tiene género neutro (quitando de algunos pronombres), por lo tanto, sigo la naturalidad como norma.

    Un beso/a? jajajajajajja

    Responder
    • Victor Campuzano Gallego

      Jajajajajajaja. Que bueno lo del beso/a. Me parto!

      Gracias por este comentario #Bolboreta y por tu aportación. Creo que es buena idea lo de advertir que se va a usar un solo género.

      Besos/as a mil/es !!! 🙂

      Responder
  4. Santiago Vitola

    Hola Victor, muy buen artículo, la verdad es que no cuesta nada personalizar nuestras campañas de emailing y el efecto que se consigue de cara al lector es muy bueno.

    Mailchimp ha sabido adaptarse muy bien al mercado y ofrece muy buenas soluciones.

    Un abrazo

    Responder
    • Victor Campuzano Gallego

      Hola Santiago!

      Totalmente de acuerdo contigo. Creo que cada vez es más necesario combinar una intención clara de servir a nuestros suscriptores y conectar con ellos con las herramientas y tecnología que nos permitan hacerlo. (Madre mía que frase!!!, jajajajaja).

      Saludos! 🙂

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.