Las 10 lecciones aprendidas que más han impulsado mi vida profesional

por | 12 Jun 2018 | Desarrollo profesional y emprendimiento | 17 Comentarios

Estaba yo en una interesante conversación con un antiguo compañero de clase. Una conversación sincera y agradable, no esa típica conversación que suele ser algo así como “eh que bueno verte, ¿qué es de tu vida?”. Le sigue un repaso rápido a ver quien la tiene más (____), relajación (está claro que tu), alguna broma rescatada que ya no tiene gracia… y la despedida por excelencia: a ver si nos vemos.

Nuestra alegría era mutua y nuestra historia no pretendía dotarnos de unos centímetros extra que nos otorgasen el premio a la virilidad.

A ambos nos iba bastante bien y lo compartimos sin competir.

De repente, casi sin querer, nos sorprendimos haciendo un repaso de cómo, desde nuestra infancia, habíamos llegado hasta donde estamos ahora.

¡Hola, caracola! ¿Qué tal estás? Espero que bien. Yo muy bien, pensando en la conversación que tuve hace poco con un antiguo compañero de clase… Y es que en esa conversación me di cuenta de una curiosidad:

Las lecciones o aprendizajes que considero claves en mi desarrollo profesional y personal no han tenido nada que ver con conocimientos adquiridos.

Qué fuerte. ¿No crees? Me di cuenta de que adquirir conocimientos no es la clave para crecer, emprender o alcanzar el éxito. Sí, son necesarios, pero en mi opinión, no han sido la clave.

¿Quieres descubrir, conmigo, cuáles han sido para mí los aprendizajes más importantes? ¡Sigue leyendo!

Reaprendizaje interno

He dividido esas 10 enseñanzas en dos grupos, uno que tiene que ver más con el aspecto interno, personal (aunque tiene impacto directo en lo profesional) y otro que tiene que ver más con lo profesional, aunque tiene impacto directo con lo personal.

Bueno, tu ya me entiendes. ¿No?

1 Aprender a convivir con el miedo y sacarle partido

El miedo es un mecanismo evolutivo súper importante, que cumple una función protectora. Si no fuese por el miedo, no habríamos evolucionado tanto. Bueno, aunque sigamos siendo cavernícolas para otras cosas. En fin.

Sin embargo, el miedo a veces se escacharra, empieza a avisarnos de cosas que no van a pasar o, peor aún, emite señales hipertrofiadas ante amenazas que no son tan vitales.

En la antigüedad, el miedo tenía una conexión direta con la realidad: “viene un león a comerte, activa el miedo, corres, te salvas”. Sin embargo, hoy en día los miedos tienen una alta componente subjetiva: lo que a ti te da miedo aterrador, a mi ni plin. O al revés. ¿Verdad?

Los miedos infundados nos hacen temer el miedo. El miedo es responsable de muchas decisiones que tomamos. Cuando no exploramos o aprovechamos una oportunidad, cuando cogemos más trabajo del que sabemos que podemos, cuando trabajamos de sol a sol, cuando mojamos en el dedo del pie antes de lanzarnos a la piscina… el miedo es el causante de esas decisiones.

Todo el mundo tiene miedos y, casi todo el mundo, deja inconscientemente que el miedo influya o tome decisiones por sí mismo. Pero las decisiones que toma el miedo son para protegernos (supuestamente) y no para construir, para crecer.

Hace mucho tiempo, los miedos tenían un gran poder sobre mi vida, pero, cuando me enseñaron a entender el miedo, mis decisiones dejaron de estar a sus expensas y pasé de tomar decisiones “de huída” a decisiones “para llegar a”.

No se cómo de fuerte será el miedo en tu interior, ni cuánto influirá en tus decisiones pero, de verdad, aprender a comprenderlo y dominarlo puede cambiarte la vida. Conmigo fue así.

2 Abrir la mente al aprendizaje “rompe verdades”

Otro de los aspectos clave fue aquel día en que comprendí que lo que para ti es una verdad absoluta para otros no lo es. Lo que es real, verdadero o incuestionable no es más que el fruto de lo que has aprendido.

Y, ojo, que beber lejía es incuestionablemente dañino, eso es indiscutible, ¿verdad? Pero otras cosas, que tal vez te parezcan grandes verdades, no lo son tanto.

Por ejemplo, quizás te parezca que arruinarse es lo peor que te pueda pasar, si estás creando un negocio. Pero conozco mucha gente que se ha arruinado y ha vuelto a empezar, más fuerte y mejor ubicada hasta conseguir mejores cosas.

¿Qué es mejor y qué es peor? ¿Qué es un reto? ¿Y un conflicto? ¿Qué hay que hacer cuando todo sale mal? ¿Qué es el éxito? ¿Qué hay que buscar?

Abrir tu mente al reaprendizaje es una actitud difícil de adquirir. Requiere la humildad y curiosidad suficiente como para aceptar que nuestras verdades son subjetivas y querer descubrir nuevas verdades, respectivamente.

El premio: evolucionar más rápidamente, crecer y ser cada día mejor (sin competir, que tampoco es tan necesario).

3 Entender y superar el síndrome del impostor

Otro de los aspectos limitantes de la personalidad es el síndrome del impostor o esa emoción, sentimiento o miedo que te dice que llegas tarde, que no hay sitio para ti, que los que ya hay son más que tú y que no tienes derecho (o no vas a poder) ganarte un hueco en el mercado.

Es esa emoción paralizante que sientes cuando, después de una semana planificando el producto u orientación que vas a darle a tu vida, te cruzas con un par de cracks que ya lo están haciendo y … boom, te dan ganas de dejarlo porque crees que el fracaso está asegurado.

El síndrome del impostor es una constante, todo el mundo lo siente alguna vez. Pero es un demonio, es paralizante y limitador. Te dice “eh, tu no quieras despuntar, que vas a fracasar”. Utiliza el miedo, disfrazado de falsa humildad, para que no apuestes por ti, para empequeñecerte.

No sé cuál es su función u origen, pero si que es más común de lo que puedas pensar. ¿Lo has sentido alguna vez? Seguro que si.

Pues bien, te diré una cosa: hay pastel para todo el mundo. No sé si eso que te propones lo lograrás o no, pero esoty seguro que no es cuestión de “predestinación”. Si, puedes. Punto. Dile adiós a ese puñetero síndrome.

4 Comprender el coste de oportunidad y su presencia en toda decisión

Por último, para este grupo, fue comprender el coste de oportunidad y su presencia en todas y cada una de las decisiones que tomamos.

El coste de oportunidad dice que cada decisión otorga recursos a un lado en la misma medida que reduce o priva en otro. Cuando decidimos hacer algo, le robamos tiempo a otras cosas. Cuando compramos algo, dejamos de comprar otras cosas.

Escoger trabajar un fin de semana es, inevitablemente, quitarle el fin de semana al ocio, la familia, etc.

Tomar la decisión de hacer tú una determinada tarea hace que ese tiempo no lo puedas dedicar a cualquier otro.

Absolutamente todas las decisiones que tomamos se rigen por esta regla fundamental y, sinceramente, cuando la comprendí y la interioricé, cambié por completo la forma en que tomo mis decisiones.

Ahora siempre tengo claro el coste de la decisión, además que la oportunidad que puede o no traer.

Si me dicen “ey Vic, ¿participas en esto?” ya no respondo movido por la obligación de agradar, sino que lo valoro desde el punto de vista del coste que me supone (que no siempre es dinero) y de la oportunidad que me ofrece.

Ojo, que no significa que no haga nada si no es en mi propio beneficio. No, no es eso. Es simplemente que lo que hago lo hago con consciencia y las decisiones las tomo con mejor criterio.

[piopialo vcboxed=»1″]Comprender y tener presente el concepto de coste de oportunidad cambió la forma en que tomo mis decisiones. Ahora lo hago con mejor criterio.[/piopialo]

Reaprendizaje emprendedor y profesional

¿Bien podría haber parado el post ahí eh? Pero no, se me ocurrió el fantástico título de “las 10 blah blah” y ahora lo tengo que cumplir, aunque se me vayan 5.000 palabras. ¿Qué tal lo estás llevando? ¿Se te está haciendo pesado? ¿Pongo el turbo?

Venga, vamos a ver ahora otros aspectos más profesionales que han cambiado mi vida, que han supuesto un cambio fundamental y de alto impacto en mi crecimiento, profesional y personal.

5 Aprender a automotivarme a través de los propósitos

Superar la procrastinación no es tarea fácil cuando nadie te ha enseñado qué es, el mal que nos hace y cómo debemos gestionarla.

La procrastinación nos empuja a dejar para otro momento lo que sabemos que es importante que hagamos ahora. La procrastinación causa interminables y abrumadoras listas de tareas con todo apilado donde es casi imposible poner claridad.

Es esa vecina que te sonríe cuando coincidís tirando la basura y a las 12:00 de la mañana (yo nunca, o casi) y luego la oyes por la ventana diciéndole a su noviete “que fuerte el vecino buenorro (esto es mío, jejeje) de arriba que lo he pillado tirando la basura esta mañana”.

La procrastinación es mala, mala malísima. Pero, sobre todo, es producto de vivir, trabajar o hacer sin un rumbo fijo. La procrastinación se alimenta de la rutina, el agobio y la desgana.

Cuando comprendí cómo funciona y su naturaleza, descubrí que la mejor forma de combatirla es perseguir a diario tus propios retos, tener propósitos.

Y, madre mía. En serio, el subidón que se experimenta cuando, día tras día, avanzas sin procrastinar … de verdad, deberías probarlo.

6 Comprender sobre el tiempo y la energía como fuente vital

¿Cuántas veces al día dices algo así como “no tengo tiempo”? ¿Cuándo fue la última vez que dijiste “no me da la vida”? ¿Qué es el tiempo? ¿Por qué quieres mas?

Estoy convencido que si saliese a la Gran Vía de Murcia a preguntar a la gente algo así como: “… si se apareciese un genio y te dijese que escogieses entre mucho dinero o mucho tiempo … “. Tiempo, ¿verdad?

Tiempo queremos. Más tiempo para hacer más, más tiempo para que me de la vida a hacer todo lo que queremos hacer. Más, más…

Pensamos que, por encima del oro, el petróleo o incluso la información, el tiempo es lo más valioso de lo que disponemos. ¿No crees?

Y yo te pregunto: ¿querrías más tiempo si fuese para pasarlo en una habitación oscura recibiendo chorros de agua helada al tiempo que te ponen “Los Gipsy Kings” en una pantalla gigante? ¿Querrías más tiempo sufriendo semejante tortura?

El tiempo en sí no vale para nada. Es lo que vivimos en ese tiempo. Lo que podemos hacer, disfrutar y experimentar.

El verdadero combustible vital, el verdadero petróleo o activo más codiciado no es el tiempo, es la sonrisa, la felicidad.

El tiempo es el que hay, no podemos transformarlo, estirarlo, duplicarlo. Está fuera de nuestro control. Sin embargo, el cómo lo usemos está más cerca de nuestro dominio.

Cuando comprendí que hacer cada vez más, ansiando más tiempo no era más que un circulo virtuoso de frustación, todo cambió.

Cuando aprendí que mi unidad de medida era la sonrisa y que no dependía tanto de cuánto podía hacer sino de cuánto quería hacer, todo cambió.

[piopialo vcboxed=»1″]Comprendiendo que puedes cambiar de canal y huir de The Gipsy Kings, decidí quedarme…[/piopialo]

7 Aprender a gestionar mi tiempo y ser más productivo

Muy relacionado con lo anterior es, además de saber escoger hacer lo que realmente quieres hacer y dejar de ansiar cada vez más, aprovechar al máximo el tiempo.

Productividad personal no se enseña en el cole, ni el insti, ni en la uni, ni en el máster. Papá y mamá nos apuntan a natación y, más adelante, a clases particulares de inglés, chino o alemán.

Pensamos en másteres que nos acercan más a otros aspectos, pero, salvo excepciones, nadie nos enseña a gestionar bien nuestro tiempo y energía, ser más productivos y conseguir hacer más trabajo, de mejor forma y sin estrés.

Yo descubrí que se pueden hacer grandes cosas, avanzar mucho, cumplir con muchas tareas y lograr grandes éxitos sin sufrir un estrés constante.

Pero, para llegar ahí, tuve que pasar por muchas fases. Leí miles de libros sobre métodos infalibles, hice algunos cursos en los que me decían cómo debía actuar, probé de todo y desistí porque ninguno me funcionaba. Me dije que jamás sería una persona productiva.

Sin embargo, no desistí y hoy puedo decir que el tiempo que he dedicado a formarme sobre gestión del tiempo y productividad es una de las mejores inversiones que he hecho nunca.

De hecho, ya no es que sea más productivo y consiga más objetivos, sino que desconectar ahora es más fácil, decir que no está más fundamentado… El cambio es brutal.

Si quieres empezar a experimentar ese cambio, aquí abajo te dejo un ebook gratuito que quizás pueda interesarte, ¿vale? Se trata de un plan de 28 días para aumentar tu productividad personal con 4 sencillos ejercicios que está basado en mi propia experiencia. Espero que te ayude a aprender a gestionar mejor tu tiempo y conseguir más objetivos sin tanto estrés. ¡Ánimo! ?

Multiplicar tu productivdad personal

Reto de 28 días para

Gratis

Portada Ebook Multiplica tu Productividad en 28 días

8 Aprender a descansar y a desconectar realmente

Ahora es cuando entra en juego el descanso y su impacto. Con el alto nivel de exigencia al que nos somete la sociedad actual, llegamos a sentirnos culpables cuando nos sentamos en el sofá a no hacer nada. ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste?

Cuando pillamos un rato libre “aprovechamos para” (cualquier cosa). Si nos vamos de vacaciones “aprovechamos para”. Estando en el transporte, en la cola o haciendo cola, cuando estamos arriba o abajo … “aprovechamos para”. ¿Verdad o mentira?

Pero eso no es bueno, ni siquiera es “provechoso”. ¿Pillas? Descansar es fundamental. No hacer nada, ver una serie o tirarse 10 días sin tocar un ordenador es necesario. Descansar no es “dejo de trabajar para ir corriendo a Mercadona y salir a tiempo de ir al gimnasio 25 minutos y ducharme por el camino de ir a recoger al peque”.

Disfrutar de tiempo de calidad fuera del trabajo o incluso poder hablar de cosas que no sean trabajo no es una irresponsabilidad, es una necesidad.

Tener una agenda “oxigenada” no es perderse la vida, es disfrutarla.

El hecho de que vayas años luz por detrás de terminar todo lo que tienes que hacer no te tiene que llevar a omitir tu obligación de descansar. No puedes hacerlo.

Yo hace tiempo que dejé de sentirme culpable por “no hacer nada”. Hace tiempo que todo empezó a ir mejor…

9 Aprender a delegar de verdad

Pero, claro, sobre todo si eres “personita emprendedorcita”, las tareas que hacer se van acumulando y cada vez hay que hacer más cosas.

El coste de oportunidad te dice que no deberías dedicar tiempo a hacer cosas en las que no brillas, que no disfrutas o donde no eres “lo más top”. Pero, tanto tiempo haciéndolas … nadie lo hace como tú, ¿Verdad?

¿Y si pierdo el control? ¿Y si me cuesta más estar explicando cómo lo quiero que hacerlo yo? Delegar no es fácil.

Delegar no es pretender que otra persona haga algo exactamente como tú lo harías. Eso es imposible. Delegar es aceptar que puede estar muy bien a su forma.

Delegar no es tener otra persona que automáticamente reste burocracia y tareas en las que no deseas hacer, sin que tu estés. Delegar no es “quitarte tareas”. Delegar es quitarte responsabilidades y dejar que alguien se encargue.

Aprender a delegar ha sido otro de mis grandes descubrimientos. Aprender que no es “asignar tareas a otra persona” ya que eso nos convierte en cuellos de botella y nos sobrecarga.

Delegar es ceder responsabilidades, con humildad y confianza. No es fácil, pero el premio es bastante gordo, créeme.

10 Comprender que necesitaba la figura de un mentor

Y, por último, quiero contarte la última de mis adquisiciones. Mi último aprendizaje: Vic, necesitas una mentora (o un mentor).

No quiero entrar en detalles sobre qué hace una mentora (o mentor), cuáles son sus funciones, qué puede hacer por ti, cuánto cuesta, etc.

Yo, durante mucho tiempo, he sido capaz de crecer por mi solo, de aprender de forma autodidacta, de llegar a donde me he propuesto. Nunca he querido que nadie me diese nada hecho, he preferido ganármelo.

Pero no, un mentor no es “el camino fácil e infalible”. Al contrario. Una mentora puede ponerte en situaciones extremas, presionarte hasta que saques lo mejor de ti.

Un mentor es como una amistad regularizada con un contrato.

El día en que decidí emprender sabía que yo sólo podría superar cualquier muro que me encontrase. Ahora sé que puedo hacerlo y que lo haré, pero algunos de ellos me los ahorraré gracias al enfoque y la ayuda de la que dispongo ahora mismo.

Es una decisión muy inteligente. Sobre todo, si tienes a quien finalmente decidió aceptar mi petición.

Conclusiones finales

Hoy en día el conocimiento está al alcance de nuestras manos. Cualquiera, desde su casa, podría aprender neurocirugía a través de algunos vídeos de youtube y documentos técnicos descargables por la red.

Vale, quizás exagero, pero estoy seguro que coincidirás conmigo que la información, los conocimientos específicos están ahí, accesibles para todo el mundo.

Pero, aunque podemos aprender sobre ello, las habilidades personales, nuestro mindset, es algo que debemos desarrollar. Las transformaciones interiores generalmente llevan tiempo.

En mi opinión, lo que me ha traído aquí, al momento en que vivo y disfruto la vida que quiero, no ha sido aprender sobre Internet, SEO, Neuromarketing o Growth Hacking sino, más bien, haber desarrollado otras habilidades, éstas que te he contado en este post.

Y ahora me gustaría preguntarte: ¿Y tú qué opinas? ¿Consideras más importante desarrollar habilidades personales que conocimientos específicos? ¿Cuáles de los que he señalado te han parecido más importantes o interesantes? ¿Cuáles incluirías tú a la lista? ¿Cómo crees que habrá superado la Rebe ver a su madre de modelo? ¡Cuenta, cuenta!

4.3/5 - (6 votos)

17 Comentarios

  1. Jonathan López

    Victor!!! ¿¡Has abierto mi alma de emprendedor y mirado dentro cachobrujo!?

    Impresionante posts (una vez más). Te sigo bastante y hasta ahora no he encontrado nada de ti que me resulte indiferente.

    Me voy a pillar este post y no es que me lo vaya a imprimir y colgar en cada rincón, es que mo lo voy a tatuar!!!

    Enhorabuena y gracias crack!!!

    Responder
  2. Víctor Gómez

    Me ha encantado este artículo. Lo importante es cómo pensamos, algo a lo que no nos enseñan (a parte de adoctrinamientos religiosos, políticos o culturales), y que como no tengas referentes o alguien que te guíe en el camino, es muy complicado avanzar.
    Bravo

    Responder
  3. Alex R.

    Buenas Víctor!

    Ya hacía tiempo que no dedicaba tiempo a un post, pero uno tuyo o de Dean, siempre merecen la pena.

    Leyéndolo con calma me siento identificado en montones de cosas de las que dices. Haciendo un balance y aplicando lo que dices en mi caso saco varias conclusiones.

    La primera es el «coste de oportunidad».
    Nunca fui consciente de ese concepto hasta que dejé el deporte profesional a los 28 años, por buscar una vida más asentada y con tiempo… O eso creía yo… jajaja
    Al cabo de los años y hasta hoy, me he dado cuenta que existe esa variable que hay que tener en cuenta, ya que debes sopesar bien lo que haces y más cuando no tienes en cuenta variables que no contemplas de entrada.
    Esto me sobrevino en el punto en el que me veía más agobiado y sin tiempo, a pesar de no dedicar más de 3 horas a entrenar y cuidarme cada día.
    No contaba con que dejando de lado el remo pasaba de tener una sola cosa en mente a de repente tener un vacío y llenarlo de mil cosas.

    Por otra parte el cambio de paradigma con las «verdades absolutas» me vino cuando empecé a escuchar más y ver el porqué de las cosas. Terminé de asentar ese concepto, cuando por fin después de empezarlo unas cuantas veces, conseguí acabar el libro de «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva». Me apenó no leerlo hace unos 10 años, cuando me lo recomendaron, pero que se le va hacer… 😉

    El tema de procrastinar creo que es algo que de una forma u otra, he conseguido mantenerlo siempre controlado, porque dedicándome al deporte siempre ha sido inherente a mi el concepto de la disciplina y partir con un objetivo en mente.
    Aún así, al dejarlo, fui consciente como poco a poco la procrastinación (que sabía de su existencia pero me sentía inmune a ella) hacía mella porque estaba fuera del sistema que mantenía enfocado. La solución… Buscar un nuevo sistema y lo encontré en Trello y en el Wunderlist.

    Por último, la conclusión que saco de todo lo que dices, aplicando mi propia experiencia, que a nivel profesional no es muy grande, es que creo que «a todo el mundo le llega su hora».
    Con esto digo que si uno es consciente de lo que quiere conseguir, es consciente de su persona y se conoce y se preocupa por tener un desarrollo a todos los niveles, le llegará seguro. Así que lo principal es disfrutar lo máximo en el camino y nunca dejar de sonreír como bien dices. Habrá momentos de todo tipo pero la percepción final será diferente.

    Un saludo y gracias por la inspiración jajaja.

    Responder
  4. Cris

    Gracias. Me has hecho sentirme comprendida. Después de tantos años de estudio y emprendimiento, me he visto reflejada en tus palabras. Me transmite esperanza y me ha dado ánimos para coger el toro por los cuernos. Muchas gracias por tu artículo.

    Responder
  5. @sana_su_sana

    Pues sí. Efectivamente la mentalidad, las creencias, la inteligencia emocional o llamémosle x son realmente las cualidades que marcan la diferencia. Incluso mucho más (aún a mi pesar) que la formación o la excelencia.

    Lo del tiempo es un temazo. Llevo una temporada dándole vueltas a esto. De hecho, estoy rebuscando el libro de «Momo» para releerlo. Así que este enfoque que aquí planteas me parece interesante.
    Tampoco quiero ponerme aquí a analizar o comentar punto por punto cada una de las cuestiones que tratas porque me conozco y no «me da la vida» 😉

    Al grano. Lo que me parece más revelador es que hay una conciencia creciente de la importancia que tienen aspectos no directamente relacionados con la faceta profesional. Enfoque holístico. Buen resumen, Víctor!

    Responder
  6. Roni

    Como siempre Bro, nunca dejo de aprender de ti, siempre un ejemplo para mi. Me siento muy identificado, como siempre gracias a tu verborrea sin artificios ni florituras, con muchos de los puntos que han sido claves para ti y en alguno que otro estoy atrapado, pero tras leerte, intentaré investigar más y poner remedio, porque autodidacta no soy, pero Cabezon si y Muncho.
    Enhorabuena por este pedazo de articulo.

    Responder
  7. Laura Martinez

    Wuao!!! Creo que uno de los mejores artículos que he leído desde hace ya mucho tiempo, me encanta como piensas y mas aun como plasmas tus pensamientos, estoy en total acuerdo contigo en que el crecimiento personal y profesional van de entrada con un pensamiento y una actitud positiva, y mas que positiva es de «ABRIR LA MENTE» Mi verdad jamas sera la de otra persona y hay que estar dispuesto a aprender de todo…. Trabajar y enfocarse en lo que se quiere trabajar y lograr… En lo personal me a estado ayudando a crecer a nivel profesional la gente de https://hillplanet.com/ y alli vemos en creciente… Gracias por compartir con nosotros estas enseñanzas.

    Responder
  8. joan

    Joder macho! ya he destinado el tiempo que tenía para «no hacer nada» para leer tu post. mecachis la mar 😉

    Excelente post que me ha hecho reflexionar y mucho man!

    Responder
    • Víctor Campuzano

      Yeah! Millonees o más gracias Joan. Siento haberte hecho consumir el tiempo, solo espero que al menos te haya sido de utilidad.

      Fuerte abrazo! 🙂

      Responder
  9. Miriam Bustos

    Leí este post hace tiempo.
    Esta es la 2° vez, pero enriquece igual o más.
    Lo más difícil para mí: aprender a delegar , superar el síndrome del impostor y no perderme en el laberinto de la (supuesta) perfección.
    ¡Gracias!
    Por cierto, qué bueno sería tener un mentor.
    Bueno, ya consumí mi tiempo de desconexión, a seguir y feliz día 🙂

    Responder
    • Víctor Campuzano

      Hola Miriam!!
      Jo, pues muchas gracias de verdad por este comentario. Comparto contigo las dificultades de los puntos que señalas, es que no veas lo difícil que es superar algunos «malos hábitos».

      Ains, si, lo de tener un mentor (o una mentora, por supuesto) es lo más. Es una mezcla de un entrenador de las fuerzas especiales y un papi (o mami)… mola mazo.

      De verdad muchas gracias por este comentario! 🙂

      Responder
  10. ROMÁN QUISPE SULLCA

    Me parece muy interesante, sobre todo por los resultados logrados… voy a poner en práctica en mi persona y profesión.
    GRACIAS

    Responder
    • Víctor Campuzano

      Yeah Román!! Pues muchas gracias, de verdad.

      Si quieres ver más ejemplos de logros, sobre todo por la parte de la productividad, descárgate el vídeo y verás…

      Muchas gracias por el comentario! 🙂

      Responder
  11. Leticia Catalina Martinez

    Buenas noches: Realmente son conceptos sabios e inteligentes, la pena que muchos hemos tardado en elaborarlos para evolucionar. Es un sinfín de elementos que están en juego y que no es fácil manejar por múltiples factores que influyen como seres humanos, donde hay cambios permanentes, tanto en el el interior de cada uno, como en el exterior, que son dinámicos y que en algunas situaciones nos generan incertidumbre, desde el inicio de nuestro origen, que van bañando nuestras personalidades y nos invaden desde distintos ángulos. Desde ya que unos más que otros superan circunstancias con actitudes resilientes, entonces logran avizorar potencialidades y posibilidades, donde los escenarios se convierten en un presente positivo, dando hoy condiciones favorables, con efectos de fortaleza para lo actual y proyecciones constructivas a futuro, venciendo en gran parte las debilidades que surjan. En esto está no sólo la inteligencia racional, sino la emocional, según las múltiples inteligencias, que cada persona posea, para alcanzar un proceso con “cierta solidez”, dentro de lo probable, para vivir y convivir en ámbitos agradables para el bienestar, tratando de disminuir el stress, que tanto nos afecta. Así el tiempo no nos quite vida, vivencias y sentimientos que conlleva a emociones muy agradables. No me inscribí, porque no sé si existe un grado de exigencia material y obligatoria. Porque soy una mujer que ya tengo un tiempo considerable en este MARAVILLOSO PLANETA TIERRA: ???!!!!!!!.

    Responder
  12. Hill Agency

    Victor Felicidades por tu éxito y por el empuje que le imprimes a cada palabra que se puede leer en tu blog, estas 10 lecciones le ofrecen a la gente la mejor visión de lo que representa emprender y… permanentemente revisar el método de acción, a lo covey: «afilar el hacha» es darse cuenta de lo que se ha aprendido y de lo maravilloso que el camino de emprender ha podido ser…

    Responder
  13. Laura

    me ha gustado mucho tu articulo, habia hablado precisamente de las habilidades que no se aprenden en la uni con mi hija en estos dias, que muchas veces son mas importantes que las que se aprenden por los estudios. La actitud en algunas situaciones es mas valida que los conocimientos, por muy bueno que seas. Gracias por compartirlo

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.